domingo, 4 de septiembre de 2011

Caso Familia Puccio


ARGENTINA. SAN SALVADOR DE JUJUY. UNIVERSIDAD NACIONAL DE JUJUY. FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES

 Criminales: Arquímedes Puccio (Padre)
Alejandro Puccio y Daniel Puccio (hijos)
Guillermo Fernández Laborda, fue administrador del Hospital Ramos Mejía.
Rodolfo V.Franco, Teniente Coronel de las Fuerzas Armadas.
Gustavo Contepomi, Comerciante y entregador del asesinado Eduardo Autlet.
Roberto Oscar Díaz, encargado de una concesionaria de autos.
Herculano Vilca, Albañil, fue el encargado de refaccionar el "búnker".


Cargos de los que se acusa: secuentro y homicidio.


Víctimas: Ricardo Manoukian, 24 años, empresario, muerto el 22 de julio de 1982
Eduardo Autlet, 25 años, Ingeniero, muerto el 5 de mayo de 1983
Emilio Naum, 38 años, Empresario, muerto el 22 de julio de 1984
Nélida Bollini de Prado, edad 58 años, empresaria, fue encontrada viva.


Sentencia:  Prisión Perpetua, mas accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, con costas, por considerarlos coautores responsables.




Todo comenzó en la esquina de 25 de mayo y Martín Ornar de la ciudad de San Isidro, Provincia de Buenos Aires, en la década de los ochenta donde residía la familia Puccio.
La familia estaba integrada por Arquímedes y Epifanía y sus 5 hijos, de los cuales el mayor Alejandro Puccio era un reconocido rugbier jugador del Club Atletico San Isidro y tambien de la Selección Nacional de Rugby. 

Arquimedes, nacido en 1930, era un contador público nacional, ex funcionario público (Secretario de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires) y estuvo envuelto con el tráfico de armas y en 1973 el secuestro extorsivo Enrique Pels, un ejecutivo. 

Para muchas personas era una familia ejemplar que vivia una vida normal y despreocupada, hasta que en 1982 Arquimides, con problemas económicos, pacta un siniestro negocio de secuestros con su viejo amigo Guillermo Fernández Laborde. Su herramienta clave: la confianza de sus víctimas. A este negocio malicioso se incorporaron lo 2 hijos mayores de Arquimides, Alejandro y Daniel y otros colaborades más.
De esta manera comienza la historia del "Clan Puccio".


Este clan armó un bunquer preparado especialmente para secuestrar a sus víctimas. El bunker consistía en una estructura de hormigón armado que tenía ganchos de acero en el suelo para atar a las víctimas, las paredes estaban forradas de papel de diario para que absorvieran los olores de los secuestados y secuestradores.Tenían un tacho de 20 litros de pintura con un asiento de inhodoro como baño y un ventilador apuntando a un fardo de pasto que despistaba a las vistimas con el olor a campo. En la reformación de este bunker se gastaron U$D 100.000 y estaba ubicado en pleno centro de San Isidro.



El hijo de Arquímedes, Daniel, fue apresado en 1985, cuando estaba cobrando el rescate pedido por su secuestrada Nélida Bollini del Prado. El mayor, Alejandro, era autor intelectual de 4 secuestros y homicidios. Guillermo Fernandez Laborda fue el autor material de los asesinatos de Manoukian y Naum; Rodolfo Franco prestó el arma para éste último y participó en el secuestro de Autlet, el cual fue entregado por Gustavo Contenpomi. Roberto Oscar Díaz fue el último de los secuestradores en unirse al grupo, y Hernáculo Vilca confesó haber sido él la persona que cavó la fosa para ocultar los cuerpos.

Caso Ricardo Barreda






ARGENTINA. SAN SALVADOR DE JUJUY. UNIVERSIDAD NACIONAL DE JUJUY. FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES

Crimial: Ricardo Alberto Barreda
Edad al momento del crimen: 56 años
Cargo
s de los que es acusado: triple homicidio calificado y homicidio simple.

Víctimas: su esposa, Gladys McDonald (de 57 años), su suegra Elena Arreche (de 86 años) y a sus dos hijas Cecilia (de 26, odontóloga) y Adriana (de 24, abogada)
Arma empleada: escopeta Victor Sarasqueta
Sentencia: Reclusión perpetua.

En 1992, la sociedad argentina se vió conmoionada por el caso del odontólogo que asesinó a escopetazos a su esposa, sus dos hijas y su suegra en la ciudad de la Plata.
El 15 de noviembre de 1992, Ricardo se despertó y le dijo a su esposa qe limpiaría las telarañas del techo. Ella le contestó, de mala manera "Andá a limpiar, que los trabajos de conchita son los que mejor hacés". Esto evidenciaba la mala relación que llevaba el matrimonio, y por lo cual, él tomó la decisión de cometer el asesinato.
Buscando un casco para llevar a cabo su labor, se encontró con una escopeta que su suegra le había comprado en Europa. La tomó, la cargó y llevó consigo cartuchos adicionales; ingresó a la cocina y le disparó primero a su mujer Gladys, y luego, a su hija Adriana. Adriana era la menor, tenía 24 años y era abogada.
Al escuchar los disparos, su suegra empezó a bajar las escaleras y Barreda le disparó. La misma suerte tuvo su otra hija, Cecilia, odontóloga de 26 años, que venía bajando detrás de su abuela.
Ricardo desordenó la casa con intención de simular un robo, corrió muebles y arrojó papeles al piso. Se deshizo de los cartuhos en una boca de tormenta y de la escopeta en un canal, luego se fue a pasear al zoológico y finalmente a un hotel alojamiento con su amante.

Regresó a su casa a la medianoche y llamó a una ambulancia. Cuando la policía llegó, de manera tranquila les contó la historia del supuesto robo. Al ser llevado a la comisaría, le entregó al comisario un libro del Código Penal señalando el artículo 34 que asegura que una persona es ininputable si no comprende sus actos. Un tiempo después confesó.

Los días 7 y 14 de agosto de 1995 declaró en la Cámara Penal con muchos detalles el crimen que había cometido. Fue considerado como "psicópata delirante", pero finalmente recibió la pena de cadena perpetua por triple homicidio calificado y por homicidio simple.

Caso Romina Tejerina



ARGENTINA. SAN SALVADOR DE JUJUY. UNIVERSIDAD NACIONAL DE JUJUY. FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES